Hay gente que no se atreve a decirte las cosas que sabe que no quieres escuchar, ese no es mi problema, en todo caso sería el contrario. Mi problema es decir en cada momento lo que pienso, sin pararme a pensar las consecuencias. A veces soy una bomba de relojería, aunque intento aprender a controlarme.
Tampoco se disimular mis caras de asco cuando veo algo o alguien que me desagrada, ni las más grande de las sonrisas en el caso contrario. Soy totalmente transparente.
Así como me atrevo a decir cualquier cosa, ahora debería reunir el valor de no esconder un “Quedamos?” tras un mensaje de texto y tal vez, de dejar atrás el pasado… de una vez por todas.
viernes, 8 de julio de 2011
Valor
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