No me considero una persona supersticiosa; creo en la suerte, supongo que como todos, pero ahí acaba la cosa. No obstante, cada vez que tengo un examen me acicalo con ropa y accesorios que me han regalado personas cercanas a las que considero inteligentes.
Hoy, metida en mis pantalones favoritos con el anillo de la suerte que me regaló mi madre, los pendientes que me regaló mi tía, la camiseta de mi padre, el collar de la suerte de mis amigas… (incluso mi olor es distinto; dos olores de hombre se entremezclan y emanan de mi), hago tiempo para dirigirme a mi primer examen, 1 de 5.
“Ellos están contigo” Pienso.
¿Cómo irá la cosa? Esperemos que bien