“Escúchame, no contestas a mis cartas, no respondes a mis llamadas […] Y tú nuevamente has roto tu promesa; de estar a mi lado. No me has valido como amante y no sirves gran cosa como amigo […] Y cada día queda fijado y nuestra memoria por los miles de detalles que distinguen un aire del otro y la primavera del invierno. Lo único que se me está olvidando es llorar, […] a veces el recuerdo asciende por las venas y me sorprendo al no sentir dolor si no una tranquilidad que me deja cansada y confiada, mecida en dulces alas de pájaro en el agua. […] Me dijeron que en el amor estaba la muerte y la vida, pero me engañaron. Aquello debió ser amor, sin duda, porque se convirtió en mi vida y en mi muerte. Me despertaba y te veía en mi cama y la yo que no era yo, deseaba hacerte sufrir; ahogarte con la almohada, así acabaría todo […]y la yo en la que me estaba convirtiendo lloraba. Te he querido tanto, tanto, y tu ni siquiera lo has sabido. La primera vez que oí tu voz vi bajar las nubes, la primera vez que toqué tu mano pensé en escapar como el agua hacia el mar. Yo caminé hacia a ti, un ángel que vino de lejos disfrazado de hombre. […] Cuando te vi… solo existías tú, -enciérrame y mátame de hambre-, te suplicaba, -pero no te vayas-, hazme sufrir pero no te vayas. […] Solo existías tú, todos eran tú…”
Si queréis podéis escucharlo entero en el siguiente link: http://www.goear.com/listen.php?v=f5e3236
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